martes, 21 de julio de 2009

Él...

Él... Él era la felicidad en estado puro, natural, divertido, loco, volcánico... ¡Qué gozada! Era lo mejor del mundo.
Mejor que esas galletitas tan ricas que se hacen en Navidad, mejor que Santa Claus, que el regalo más bonito y especial, mejor que la sonrisa de un niño al descubrir el juguete detrás del envoltorio de regalo que queria, mejor que los juegos en la nieve.
Mejor que tu canción preferida, mejor que la felicidad, mejor que el arcoiris, mejor que todo el talento del inmortal Michael Jackson.
Mejor que la crema de cacao y los helados de chocolate, mejor que la saga de Crepúsculo y Harry Potter juntas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del milenio.
Mejor que los andares de Marilyn, la Pitufina, que Lara Croft, mejor que el supermodelo más grande del mundo, mejor que el primer beso, que un abrazo, mejor que una semana encerrada en DisneyWorld, mejor que mis Converse favoritas.
Mejor que la cara B de "Abbey Road" , que los solos de Hendrix, mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, la fortuna de Bill Gates, las experiencias cercanas a la muerte, toda la testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson.
Mejor que Shakespeare y Edgar Allan Poe. Mejor que los pasos de baile de Britney Spears, que una pelicula que ganó 30 Oscars, mejor que todos los zapatos italianos, mejor que ganar la loteria.

Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

4 comentarios:

  1. Qué hermoso texto! n.n

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  2. Que lindo eso que escribiste, y que cierto que se hace para cada uno. Ah, y quedé enamorada del banner (: Un besito che, cuidate !

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  3. Mejor que el lado B de Abbey Road? Estàs segura?

    You gonna carry that weight, si.

    Saluditos.

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